«Creo que hay mucha mediocridad en la dirigencia política mendocina»

El gobernador Alfredo Cornejo afirmó este viernes  que «hay mucha mediocridad en la dirigencia política mendocina». 

En el marco del Día del Periodista, que se conmemora este 7 de junio, destacó que la relación tensa entre el periodismo y los políticos «es saludable para el ciudadano común». «La promiscuidad entre los poderes públicos y la complicidad entre el periodismo y el poder político o poder económico es contraproducente para los ciudadanos, así que es bueno que esa tensión exista», aclaró.

Resaltó que durante sus tres años y medio de gestión ha tenido una relación buena con el periodismo, no obstante dijo que «creo que hay mucha mediocridad en la dirigencia política mendocina y creo que hay mediocridad en el periodismo mendocino en cuanto a la profundidad de los debates y la información».

Respecto a esta mediocridad el gobernador expresó que «tenemos un deterioro social muy fuerte del espacio público, de la deliberación pública, en el sentido que no hay representantes genuinos del interés general y hay muchos representantes del interés individual» y aseguró que es un fenómeno que se da a nivel mundial pero que en Argentina se profundiza en el contexto de la crisis económica actual.

Reiteró que la economía argentina necesita producir alrededor de 25 mil millones de dólares más pero existe una falta de debate y deliberación de la dirigencia política sobre cómo conseguir ese dinero. 

Sostuvo que «en el mundo hoy en día hay un gran desprestigio de las instituciones políticas y de los políticos, les vaya bien o mal económicamente» y puso de ejemplo a la canciller alemana Angela Merkel que se está yendo del poder y Alemania no ha parado de crecer.

«El imaginario social del ascenso social, que en Argentina tuvo mucho éxito en el siglo pasado, está desapareciendo en el mundo. El hijo de un obrero difícilmente pueda progresar en los países centrales y lo mismo está ocurriendo en Latinoamérica. Ese descontento hace más superficial y chabacana la política y más baja la deliberación pública, porque los políticos son más rastreros y buscan el lenguaje fácil, la mirada de buenos y malos y no se le entra a los debates de fondo«, manifestó.