El gobernador, Rodolfo Suarez dejó muy en claro su postura sobre las excarcelaciones en el marco de la pandemia al referirse en que «No hay excusa para los sacapresos» en el discurso que dio en la Legislatura en el inicio de sesiones ordinarias. 

«Creemos en una sociedad donde el Estado tiene el deber de garantizar el cumplimiento de la ley para promover el bienestar general. Un Estado en donde los ciudadanos decentes deben tener un sistema de amparo frente a los que han elegido apartarse de la ley. 

De manera que, en este contexto de cuarentena y de riesgo de contagios, creemos que sigue siendo misión del Estado la defensa del interés general, garantizando a la vez la salud de las personas privadas de la libertad frente a cualquier riesgo de contagio potencial. 

No hay excusas para los «sacapresos» que viven pidiendo masivas prisiones domiciliarias y excarcelaciones con cualquier excusa, por ejemplo ahora, invocando los riesgos del Coronavirus. En Mendoza las condenas se cumplen. 

Las cárceles de Mendoza son lugares de aislamiento seguro, donde la población tiene control sanitario, más aún frente a la pandemia, ya que desde el 16 de marzo próximo pasado se ha puesto en marcha un protocolo preventivo específico para evitar la Covid-19, destinándose, entre otras medidas, un alojamiento a estrenar en el complejo Almafuerte II de 90 camas, para que realicen cuarentena las personas detenidas que eventualmente pudieran presentar síntomas hasta su recuperación, de manera de evitar cualquier tipo de contagio entre internos. 

Además, se han destinado otras 90 camas totalmente equipadas para cuidar al personal penitenciario. 

Estas y otras medias de estricta protección respecto de la población carcelaria y de las personas privadas de la libertad que deben salir de los centros de detención por otras causas, han servido para minimizar al extremo los riesgos y han contribuido para que a la fecha no se haya registrado ningún caso positivo de Coronavirus dentro de las cárceles de Mendoza. 

Es la Justicia, en el marco de su independencia, quien deberá analizar en cada caso concreto, el conflicto que se puede generar entre el riesgo social de otorgar cualquier beneficio para los detenidos y la posibilidad que tienen de contraer efectivamente el virus, sin dejar de considerar si el lugar de detención domiciliaria ofrece mejores oportunidades que con las que cuenta el sistema penitenciario, si, además, esa excepción puede perjudicar o no a los demás habitantes con los que el interno pueda tener contacto como, por ejemplo, las mujeres víctimas de violencia o los niños y niñas. 

Para el mejor funcionamiento del Sistema de Justicia y del derecho de defensa de las personas privadas de la libertad, el gobierno provincial ha solicitado a la Nación que se exceptúe del aislamiento social preventivo y obligatorio a las profesiones liberales dentro de las que se encuentra el ejercicio del Derecho. 

Como pueden recordar, en Mendoza los presos trabajan. En este sentido la Unidad de Producción Penitenciaria, está produciendo diariamente 1.000 barbijos, 50 litros de alcohol líquido al 70%, 100 litros de cloro, 8 kits de bioseguridad y 800 litros de desodorante», dijo el gobernador.

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